El gobierno no tiene nada que temer sobre la cultura del trabajo desde casa
Tiempos de nerviosismo para la propiedad comercial
Aunque era un mandato del gobierno que las personas debían trabajar desde casa, se notaba que estaban un poco incómodos con las consecuencias a largo plazo.
¿Qué sería de una población que abandonara el concepto de desplazarse al trabajo y se estableciera en una habitación libre de su hogar?
¿Y cuál sería el impacto económico en todo, desde los impuestos sobre las propiedades comerciales hasta el bienestar del transporte público?
Estos no son temores irrazonables, pero creemos que hay mucho que aceptar sobre la nueva cultura.
A los trabajadores les gusta la nueva forma
Las encuestas han encontrado que las personas se están adaptando bien.
Casi nueve de cada 10 trabajadores dijeron que su empleador se había adaptado con éxito al trabajo desde casa.
Más de la mitad dijo que estaban más felices desde que abandonaron la oficina, mientras que un número similar dijo que ahora usaban su pausa para el almuerzo para asuntos personales en lugar de simplemente trabajar como antes.
Así que los trabajadores que se han adaptado están contentos y las empresas que los emplean deberían cosechar los beneficios.
Pero, ¿dónde puede actuar el gobierno para que estos cambios sean aún más fluidos?
Acepta el cambio que ya está aquí
Después de todo, incluso cuando se levanten por completo las restricciones, muchos no volverán a la oficina.
Las personas que anteriormente gastaban miles de dólares viajando, por ejemplo, entre Glasgow y Edimburgo, no querrán renunciar a sus nuevos ahorros.
El gobierno podría renovar su sistema fiscal para hacerlo más atractivo para las oficinas que se establezcan fuera de Londres.
Más bases satélite para grandes empresas permitirían a los trabajadores regresar a las ciudades y pueblos donde realmente quieren vivir, y al mismo tiempo seguirían siendo posibles las reuniones de equipo semi-regulares.
¿Con qué frecuencia escuchamos que amigos y familiares renuncian a trabajos y carreras que aman solo para poder mudarse a un lugar que esté más en sintonía con la vida personal que desean llevar?
Te espera un escenario con lo mejor de ambos mundos.
Los políticos también se benefician
Eso encajaría perfectamente en la retórica de “reconstruir mejor” y “subir de nivel” de la que tanto hemos oído hablar en los últimos años.
Quizás una población trabajadora que pasara la mitad de su tiempo en una oficina y la otra mitad en casa sería mejor para redistribuir la riqueza.
El dinero que antes se gastaba en costosos bares de sándwiches en el centro de la ciudad ahora podría reinvertirse en centros comunitarios, impulsando las economías locales a lo largo y ancho del país.
Si este cambio está ocurriendo, ningún gobierno puede hacer nada para detenerlo.
Pero podría haber muchos beneficios al aceptarlo y hacer que el nuevo futuro sea uno que todos podamos disfrutar.
Estadísticas
87%: personas que dicen que ellos y sus empleadores se han adaptado al trabajo híbrido
56%: personas que han notado un aumento en los niveles de felicidad mientras trabajan desde casa
63%: personas que dicen que no han sido presionadas para regresar a la oficina
41 %: personas que no han ido a la oficina ni una sola vez desde el inicio del confinamiento
75%: personas que dicen que ahora tienen más tiempo para familiares y amigos
Fuente: Microsoft y YouGov